Capítulo 1: Sendai-san vale cinco mil yenes

 

Ichio-san, Gotou-san, pudo ser cualquiera, no tenía algún motivo para elegir a Sendai-san. Diablos, en serio me conformaba con un extraño.

En realidad, no fue más que una coincidencia. Todo gracias a una serie de coincidencias, mezcladas con mis caprichos, acabaron con Sendai en mi habitación, pero quiero creer que el destino me llevó a elegir a Sendai... Bueno, ojalá ese fuera el caso.

Una vez a la semana, durante tres horas de su tiempo.

Le pago cinco mil yenes.

Ese es nuestro acuerdo.

Bueno, no es algo tallado en piedra.

En ocasiones, pagaba cinco mil yenes por dos horas con ella, y otras veces, eran tres horas y media. Teníamos semanas en las que solo nos reuníamos una vez, pero en ocasiones han sido dos veces por semana. Básicamente, la cantidad de tiempo que pasábamos juntas y los días que nos reuníamos en una semana eran bastante flexibles, lo único inalterable era la cantidad que le pagaba en cada encuentro. Da igual, no me importa la duración o la frecuencia, el hecho era que compraba el tiempo de Sendai-san luego de clases por cinco mil yenes.

Simple y llanamente.

Miyagi, dame la secuela de esto

Me giré para mirar a Sendai-san, quien estaba tumbada sobre mi cama, mientras me daba unos golpecitos en el hombro con el volumen de manga que acababa de leer.

Era diciembre y el frío hoy era ridículo, por eso mantuve el calefactor encendido en mi habitación para evitar la temperatura bajo cero, sin embargo, para Sendai-san hacía demasiado calor, ya se había quitado el blazer. También se aflojó la corbata y estaba holgazaneando mientras vestía nada más que su blusa y una falda corta, lo que la hacía lucir bastante descuidada. Si realmente quisiera, podría echar fácilmente un vistazo por debajo de su falda.

En la escuela, Sendai tenía fama de ser hermosa y refinada, apuesto que nuestros compañeros se sorprenderían al verla en tal estado.

Búscalo tú misma

   Dije, con una mirada indiferente en mi rostro, mientras empujaba el tercer volumen del manga de regreso hacia Sendai-san.

Su posición en la casta escolar estaba solo un escalón por debajo de la cima.

Incluso si Sendai se quitara la sutil capa de maquillaje que suele usar, probablemente seguiría rondando el grado medio-alto de la casta, así de hermosa es; además, es inteligente, si no recuerdo mal, sus calificaciones son de las más altas.

Probablemente esas cualidades la hicieron tan popular en primer lugar.

Al menos, era lo que yo creía: la razón es porque nunca he visto a Sendai-san aprovechando su popularidad.

La podría describir como una «normie» que rondaba los niveles más altos de la casta escolar, aunque es más exacto decir que se ubicaba en el extremo inferior de los rangos superiores. En cualquier caso, destacaba entre nuestros compañeros, no habría sido raro que la consideraran popular.

Normie: Término peyorativo para describir memes y personas que pertenecen a la cultura convencional o mayoritaria.

Qué mala eres, ¿no puedes buscarlo para mí?

Sin previo aviso, Sendai-san estiró el brazo y dejó caer el volumen de manga sobre mis muslos.

Oye, ¿qué piensas que soy exactamente?

La persona que está más cerca de la estantería

Solo ve y consíguelo tú

Dije con frialdad mientras colocaba el manga sobre mi almohada.

Tomando en cuenta mi lugar en la casta escolar si tuviera que adivinar, probablemente estaba cerca de la parte inferior en la pirámide social, si en este momento estuviéramos en la escuela, no tendría el valor de hablarle a Sendai con tanta arrogancia como lo acabo de hacer.

Solo pude hacerlo porque estábamos en mi habitación.

Porque le pagué a Sendai-san cinco mil yenes por su tiempo.

Pensándolo bien, no tenía idea de por qué accedió a ser alquilada por mí tan fácilmente. Puesto que estábamos hablando de Sendai, si ella quisiera, estoy segura que podría haber conseguido diez mil o incluso veinte mil yenes sin problemas.

Mientras hiciera alarde de su buena apariencia y condición como chica de secundaria, definitivamente encontraría a alguien dispuesto a pagar tanto dinero por ella.

Por eso, para alguien como yo, que solo puede describirse como mediocre tanto en físico como en inteligencia, tener la oportunidad de mantener a Sendai solo para mí es algo que normalmente nunca sucedería, por eso, considero que el tiempo que pasamos juntas es muy valioso.

Oh, vale, vale, lo buscaré yo misma

Sendai-san se levantó refunfuñando de la cama para buscar el próximo volumen del manga en la estantería.

Su largo cabello recogido con trenzas caía por su espalda, aunque su cabello se inclinaba más por el castaño que el negro, los maestros no se mostraban en desacuerdo con eso, a pesar de que, técnicamente, iba en contra de las reglas de la escuela. Esa indulgencia probablemente se debía a su apariencia elegante y su peinado bien cuidado, desviando la atención de los maestros de reprenderla, sin olvidar que sus impresionantes calificaciones favorecían que no fuera amonestada.

¿Dónde está el volumen cuatro?

Se inclinó frente al estante, murmurando mientras buscaba entre los libros

Me levanté del suelo y me dejé caer sobre la cama.

Hoy, en clase, le entregué la tarea equivocada al maestro, y se enojó conmigo. Apuesto a que si fuera Sendai quien cometiera el mismo error, no la habrían regañado.

No deseaba ser Sendai ni nada por el estilo, pero debo admitir que siento un poco de envidia de ella. Dicho esto, me parece injusto tener que vivir en un mundo donde aceptamos mostrar favoritismo.

Miyagi, espera un segundo, el volumen cuatro no está. Deberías haberme dicho que no lo tienes

Está ahí en alguna parte

No, no, está

Tiene que estar ahí

Te digo, no está aquí

Sendai, que disfruta del privilegio de una experiencia de escuela secundaria más relajada que la mayoría, me lanzó una mirada disgustada.

Su insistencia me hizo volver algunos momentos atrás en mi memoria.

Recordaba claramente la fecha de lanzamiento del volumen cuatro, sin embargo, no podía decir con certeza si realmente lo compré o no.

Sé que el volumen cuatro salió a la venta la semana pasada, podría haber jurado que lo compré. Oh, bueno, supongo que lo olvidé,murmuré, mientras tomaba nota mental para ir a comprar una copia mañana.

Cuando enterré mi cara en mi futón, noté un aroma agradable que no me pertenecía, lo que me puso de los nervios.

¿De verdad buscas las fechas de lanzamiento?

Sí, lo hago

Qué otaku

Cállate

Levanté la cabeza y miré a Sendai.

No dijo nada especialmente grosero. Me di cuenta que solo eran bromas, pero me da igual, todo lo que hizo fue molestarme aún más.

Cuando miré por la ventana, comenzaba a anochecer. Las luces de los otros apartamentos empezaban a encenderse.

Se acercaba la noche.

Me acerqué para cerrar las cortinas y volví a sentarme en la cama.

No tuve exactamente un buen día hoy.

En verdad, diría que mis sentimientos son tan oscuros como el cielo en este momento.

Sendai-san, ven a tomar asiento

Llamé a Sendai, que seguía pasando el rato junto a la estantería.

¿Sentarme? ¿A tu lado?

Siéntate en el suelo

¿Es hora de tu pedido?

Sí.

Cada vez que ando de mal humor, llamo a Sendai después de la escuela para darle una orden, esa es mi relación con ella.

Miré fijamente a Sendai cruzándome de piernas

Aunque la falda de mi uniforme era un poco más larga que la de Sendai, se consideraba más corta de lo aceptado en las normas de la escuela, sin embargo, a diferencia de Sendai, mis piernas no eran bonitas y delgadas y no servían para alardear, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

Por cierto, ¿qué estás haciendo?, preguntó Sendai sentada en el suelo frente a mí..

Dejé de sentarme con las piernas cruzadas y dije en voz baja:

Quítamelos

Apoyé mi pie derecho en su muslo y señalé el calcetín azul marino que llevaba puesto.

Sí, Sí

No lo repitas, solo di «sí» una vez

Sí, Sí

Como si no tuviera intención de obedecer esa última orden, respondió intencionalmente con dos «sí», quitándome el calcetín derecho.

¿El pie izquierdo también?, preguntó.

No, déjalo. Ahora lámelo

Cuando toqué suavemente su vientre con mi pie descalzo, Sendai me lanzó una mirada dudosa en respuesta.

¿Te refieres a tu pie?

Por cinco mil yenes, Sendai hará cualquier cosa que yo le diga

Comenzó a pagarle a Sendai-san cinco mil yenes a finales de la temporada de lluvias, pero hoy era la primera vez que le daba una orden de esta magnitud. Por lo general, solo le decía que le leyera un libro o que hiciera su tarea u otras tareas triviales.

Para mí, esa era la parte más importante, realmente no importaba lo que hiciera por mí. Esa fue la razón por la que nunca le di alguna orden «excesiva» para que obedeciera, pero hoy realmente no estaba de humor para ordenarle algo aburrido.

Quería darle una orden que no estuviera dispuesta a obedecer.

Sin embargo, no esperaba que, después de cumplir órdenes más simples hasta ahora, Sendai realmente lo hiciera.

(...) Muy bien

Ella no lo aceptó de inmediato, pero contrario a mis expectativas, Sendai-san lo aceptó de todas formas. No mostró ni una pizca de emoción en su voz mientras colocaba sus manos sobre mi tobillo.

Sendai miró fijamente mi pie.

La orden que di y la escena frente a mí agitaron mi cuerpo.

Sentí un escalofrío recorrerme la espalda.

Sendai, una miembro destacada de la clase, adorada por los maestros y alguien de la casta superior de la escuela obedeció mis órdenes e iba a lamerme los pies como una sirvienta.

Lo que estaba por suceder me emocionó.

La calefacción seguía calentando mi habitación, provocando que Sendai se aflojara la corbata por el calor. El abrigo que cargaba ahora estaba tirado en el suelo y los dos primeros botones de su blusa estaban desabrochados, dejando al descubierto su clavícula.

Sendai, ¡lámelo rápido!

Grité por la emoción, antes de quedarme en silencio.

Un aliento cálido golpeaba mi pie mientras ella lo levantaba gentilmente y, entonces, un toque suave y cálido rozó la parte superior de mi pie.

Sendai-san me lamió el pie como le ordené.

Después que mi pie recibiera un solo toque de su lengua, Sendai-san levantó la cabeza y preguntó en voz baja.

¿Es suficiente?

No

¿No te basta con una lamida?

Sendai-san soltó mi pie, mientras me penetraba con la mirada

No es suficiente

No buscaba castigar a Sendai ni nada por el estilo, pero no sería divertido dejarla libre con una sola lamida; quiero decir, no tenía la intención que las cosas llegaran tan lejos, pero ahora sería un desperdicio no aprovechar la oportunidad un poco más, además, no sabía si aceptaría una orden como está la próxima vez.

Bien, ¿cuántas tengo que dar?

Hasta que esté satisfecha

Pervertida

Como esperaba, no le parecía divertido, pero no me importaba si lo disfrutaba o no. Lo más importante era mantenerme entretenida.

El trabajo de Sendai-san es obedecer las órdenes de esta pervertida

Los cinco mil yenes que le pagaba a Sendai por adelantado eran cadenas que la ataban a mí. Esa era la naturaleza de nuestro arreglo, dentro de esta habitación no podía desafiarme, y ella cumplió su deber con eficacia.

 

◇◇◇

 

Cinco minutos, diez minutos, una hora, no recuerdo cuánto pasó. Perdí por completo la noción del tiempo luego de ordenarle a Sendai-san que lamiera mi pie.

Sendai…, ugh, no

Logré pronunciar entre los fuertes quejidos que salían de mi boca.

 [¡Duele! No quiero].

Le ordené que lamiera mis pies, pero hizo algo inesperado, en vez de seguir lamiendo, Sendai de repente mordió mi pulgar y comenzó a chupar y morder mis dedos.

La sensación era completamente diferente a la de su lengua acariciando mi pie, esto, en cambio, me daba escalofríos.

Sendai, detente

Dije con más fuerza que antes.

Mis palabras cayeron en oídos sordos. Ahora, Sendai sujetaba más fuerte mi pie, y comenzó a morderme el pulgar. Sus dientes estaban firmemente plantados en mi dedo, sentía la piel a punto de romperse con cada mordisco y chupetón que recibía.

Sendai, detente, te digo que no

Desobediente, me volvió a morder el dedo.

Detente de una vez

Agarré su cabeza sujetándola por el cabello y la sacudí con fuerza,

Es una orden, ¡maldición!  Ya basta, detente

Sendai envolvió su lengua alrededor de mi pulgar como si buscara dejar una marca, dejando mis dedos pegajosos y húmedos. La calidez de su lengua era repugnante, pero esa misma calidez no me desagradaba del todo.

Tratando de apartar esos extraños sentimientos de mi cabeza, nuevamente tiré del cabello de Sendai.

Sendai-san me soltó, dejándome recuperar el control de mi pierna, que no tardé en levantar a la seguridad de mi propia cama.

Me tomó unos segundos recobrar la compostura, el calor y el dolor en mis dedos persistía y, por si fuera poco, la humedad dejada por la lengua de Sendai me hacía sentir incómoda.

¡No hagas nada que no esté relacionado con la orden!

Dije, con un tono severo, que nunca antes había usado con ella.

Sendai no respondió, solo levantó la cabeza mientras recogía mi calcetín.

 「Dame, te lo volveré a poner

No es necesario, quítame el izquierdo también

Dime, Miyagi, ¿es divertido que te laman los pies?

Bueno, es bastante interesante.

Después de decir eso, puse mi pie izquierdo sobre el muslo de Sendai que obedeció en silencio.

Su lengua pegajosa desprendía una sensación húmeda, cálida y suave. Se sentía como si estuviéramos haciendo algo demasiado indecente.

Si tuviera una mascota y empezara a lamerme el pie, pensaría que es adorable, pero en este momento no era un perro o un gato lamiendo mi pie, era otro ser humano.

No creo que la apariencia de Sendai esté al mismo nivel que las modelos en las revistas, pero su rostro estaba muy bien proporcionado. Dicho esto, no soy exactamente una fanática de sentir mi pie acariciado por la lengua de otra persona, la idea de alguien más lamiendo mi pie no sonaba divertida, pero que Sendai me lamiera los pies es muy divertido.

Realmente encuentras esto divertido, ¿eh?  Miyagi, eres tan pervertida.

Sendai-san no es la indicada para decir eso

En lugar de preocuparte por mí, deberías pensar más en ti misma. Disfrutas que te laman los pies cuando lo ordenas, ¿verdad? Si alguien descubre una escena como esta o, si les digo a mis compañeros de clase que Miyagi me ordenó lamerle los pies, no habrá una sola persona que no esté de acuerdo que Miyagi es una humilde pervertida.

Bien, entonces, les diré que Sendai-san obedeció mis órdenes y disfruto lamiendo mis pies. Me pregunto qué pensarían tus amigos si te descubren haciendo algo así, Sendai-san. Qué opinas de hacer que elijan quién es la más pervertida, suena divertido, ¿verdad?

Miyagi es más pervertida

No, Sendai-san eres más pervertida que yo

Si esto se expusiera en la escuela, mi reputación, de por sí baja, probablemente se desplomaría hasta tocar fondo. Sin duda, mi ordinaria vida escolar llegaría a su fin, pero lo mismo le esperaba a Sendai. Si supieran que estaba ocupada lamiendo el pie de alguien tan insignificante como yo, su posición en la casta superior comenzaría a desmoronarse.

Por eso, no me importaba si empezaban a conocerme como una pervertida o no.

Al fin y al cabo, eso convertía a Sendai en la compañera de esa misma pervertida.

Decidido, mañana iré a la escuela y preguntaré quién es más pervertida, Miyagi o yo...

No, no puedes hacerlo, esta fue la condición original

Solo estoy bromeando: sé que parlotear sobre lo que hacemos aquí en la escuela es una violación a las reglas de nuestro acuerdo. No diré nada, no te preocupes

Algunas reglas.

Esa fue la condición que establecimos cuando conseguí que Sendai accediera a dejarme hacerle lo que quisiera por cinco mil yenes, y una de ellas era que todo lo que hiciéramos juntas después de la escuela se mantenía estrictamente en secreto.

Era un juego secreto solo para nosotras dos, uno que nadie jamás vería. Por supuesto, eso significaba que ninguna de las dos iba a contárselo a alguien más.

Miyagi, ¿hay alguna otra orden?

No

Dije y me levanté de la cama.

Tan frío.

Aunque la habitación estaba cálida por la calefacción, el suelo bajo mis pies descalzos era frío, sin embargo, la lengua de Sendai pasando por mis pies hace un momento era cálida y suave.

Suspiré.

¿Quieres algo de beber?

Pregunté, al notar que la taza sobre la mesa estaba vacía. Sendai solo respondió con un simple «no, gracias».

Bueno, ¿quieres algo de cenar?

«Me voy a casa», esa era su respuesta habitual. Quiero decir, le había hecho esa pregunta muchas veces antes y cada vez me daba la misma respuesta, no pensaba que ella respondería con algo diferente esta vez, además, sería un dolor de cabeza si realmente aceptara mi oferta.

Sin embargo, por alguna razón, por primera vez en mi vida, la escuché responder: «Aceptaré algo de comer».

De acuerdo

Aún descalza, me puse las pantuflas y llevé a Sendai a la cocina. Tomé un par de tazas de ramen instantáneo de la bolsa de compras del supermercado y comencé a hervir el agua, mientras Sendai esperaba en la barra frente a la cocina.

Cuando estuvo listo, llevé las tazas de ramen a la barra, donde estaba sentada Sendai, y las coloqué justo delante de ella con las solapas de la tapa abiertas. Al ver esto, una mirada confusa apareció en el rostro de Sendai-san.

¿Qué es esto?

Fideos instantáneos, ¿nunca los has visto? ¿No me digas, Senda-san, que eres tan rica que nunca antes has comido fideos instantáneos

Si fuera muy rica, probablemente asistiría a alguna escuela de élite, en lugar de ir a nuestra escuela, ¿no?

Aunque Sendai parecía estupefacta mientras hablaba, escuché que su familia era bastante acomodada.

Sendai no alardeaba de vestir o usar productos de marca ni nada por el estilo, pero los productos que usaba normalmente eran de alta calidad, probablemente nunca le han servido ramen para cenar: sus cenas obviamente eran caseras.

Sendai debe ser el tipo de persona amada por su familia.

Si no fuéramos compañeras de clase, estoy bastante segura de que no habría forma de tener la oportunidad de hablar con ella.

Me desagrada.

Me quedé mirando la tetera eléctrica que estaba hirviendo suficiente agua para las dos.

Y, para tu información, he comido fideos instantáneos antes. Oh, espera, no me digas, ¿la familia Miyagi tiene problemas económicos?

Recibo suficiente dinero de bolsillo para permitirme gastar cinco mil yenes alquilando a Sendai-san una o dos veces por semana, pero, si consideras que eso es ser pobre, entonces, supongo que soy pobre

Aunque Sendai solo bromeaba y no hablaba en serio, le di una respuesta cortante.

Mi familia no tenía problemas en servir ramen instantáneo para cenar, eso no se debía a problemas financieros ni a nada parecido, si tuviera que decirlo, opinaba que estábamos bien.

(...) Bueno supongo que no eres pobre, eh. Entonces, ¿esto es todo lo que vamos a cenar?

Si prefieres tener un bento o algo así, podemos ir a comprarlo, ¿o quieres irte a casa y cenar allí? Estoy bien con cualquiera de los dos

No tuve madre.

Además, no tengo talento para cocinar.

Esas eran las únicas dos razones por las que a veces comía ramen instantáneo para la cena.

Si bien había padres solteros que sabían cocinar, la mayoría de ellos se la pasaban tan ocupados con el trabajo que era inusual para ellos regresar a casa antes de que sus hijos se fueran a dormir. Tal vez mi padre se sentía culpable por someterme a esa clase de vida hogareña y buscaba compensarlo dándome una mesada que claramente era exagerada para cualquier estudiante de secundaria.

Me iré después de comer

  Sendai jugueteó con la tapa de la taza hasta que el agua de la tetera eléctrica terminó de hervir.

Vertimos el agua hasta la línea de llenado.

Luego, configuramos un temporizador para tres minutos.

Una vez hecho esto, comenzamos a sorber nuestro ramen.

Ya sea que comiera fideos instantáneos sola o con otra persona, no cambió el hecho que el ramen instantáneo sabe a ramen instantáneo, pero, de alguna manera, comer junto a Sendai-san se sentía mucho mejor que comer sola.

Gracias por la comida. Se está haciendo tarde, así que me voy a casa

Sendai puso los palillos en la taza vacía y se puso de pie.

No tenía nada de qué hablar con Sendai, no tenemos nada en común.

No pertenecemos a los mismos grupos sociales dentro de la escuela y nuestros pasatiempos e intereses son diferentes.

Como no teníamos nada de qué hablar, las dos comimos en silencio. Como las porciones de fideos no eran tan grandes, terminamos nuestro ramen en un abrir y cerrar de ojos y, antes de darme cuenta, Sendai estaba lista para irse a casa.

Si compras el volumen cuatro, déjame leerlo

Sendai-san, que regresó a mi habitación para recuperar su blazer y su abrigo, dijo mientras miraba mi estantería.

Seguro, podrás leerlo la próxima vez que vengas

Bien, supongo que eso significa la próxima semana

«Nunca voy a volver», teniendo en cuenta lo que sucedió hoy, no podría culparla si dijera algo así, pero pensar que planeaba volver a venir.

Sendai es una persona extraña.

No parecía alguien a quien le faltase dinero, siempre es diligente en la escuela, y nunca tengo idea de lo que estaba pensando. Si fuera yo, jamás lamería los pies de otra persona, y mucho menos iría a la casa de alguien que me diera tal orden.

Claro

Me puse el abrigo y las dos salimos juntas de mi apartamento, como de costumbre. Luego, tomamos el ascensor hasta el primer piso y finalmente a la puerta del edificio.

Bye, bye, Miyagi, nos vemos

Sendai se despidió sin detenerse.

Adiós

Me despedí de Sendai mientras se alejaba.

No me queda mucho tiempo en mi segundo año de secundaria.

Cuando termine el invierno y llegue la primavera, comience mi último año de secundaria y terminemos en clases diferentes, ¿podré seguir comprando a Sendai por 5.000 yenes?

Entré al ascensor mientras consideraba hacia dónde debería ir esta relación.

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